Establezca un ritmo de ejercicio que le sea cómodo. Empiece despacio. Mientras hace ejercicio, evalúe en una escala de 1 a 10 que tan arduo usted siente que es el esfuerzo, siendo 1 muy, muy liviano, y 10 muy, muy difícil.
Enfóquese en la duración más que en la intensidad de su ejercicio. Alargue gradualmente su ejercicio desde 5 a 30 minutos, y de tres a cinco días a la semana.
Aunque es mejor mantener ejercicio sostenido, si lo encuentra difícil, haga varias sesiones cortas a lo largo del día.
Trate de usar una variedad de actividades aeróbicas para evitar sobrecargar sus articulaciones. Deje de realizar actividades que le causan más dolor articular por una o dos horas después de hacer ejercicio. Note que dolor temporal en las semanas iniciales de un programa de ejercicios es de esperarse.
Elija actividades que demanden menos esfuerzo de sus articulaciones: terapia acuática, bicicleta, remo, esquí a campo abierto, caminar en superficies suaves, aeróbicos de bajo impacto. EVITE ejercicios que requieran mucho esfuerzo como subir escaleras, trotar y correr. Si tiene artritis en los codos, evite remar.
Si usted tiene artritis en las rodillas, evite la bicicleta. Si tiene artritis reumatoide y experimenta inmovilidad matinal, no haga ejercicio en las mañanas