El ejercicio beneficia a las personas con artritis en un número de formas. Estando físicamente activo mejora el acondicionamiento cardiaco y la resistencia. También ayuda a desarrollar y mantener flexibilidad articular, masa y fuerza muscular. Muchas personas reportan que el ejercicio regular reduce la experiencia de dolor y debilidad de la artritis y provee un sentimiento general de bienestar.